En la previa al partido que Boca enfrentaría en la ciudad de Bahía Blanca, las monedas de la victoria recaerían en el conjunto dirigido por Julio Falcioni por ser uno de los equipos mejor reforzados para encarar este nuevo torneo, un torneo sin River.
Sin embargo, Boca choco ante un Olimpo que desde su regreso, sigue sumando experiencia tanto en colectividad como en individualidad. Con un Rolle encendido, Olimpo manejó gran parte del primer tiempo ante un Boca que sufría de ausentismo. Una ausencia muy significante de Riquelme donde no encontraba un socio para armar juego y manejar los hilos del equipo. No obstante, Boca despertó cerca de la media hora del partido, cuando Dario Cvitanich se perdería una gran oportunidad de gol, y luego seria Insaurralde quien no lograría convertir.
El segundo tiempo fue parejo, aunque Boca atacaba constantemente advirtiendo que salia de los vestuarios para llevarse por encima al equipo que conduce Omar De Felippe.
El local se mentalizo en los primeros minutos en defenderse para que ni Viatri ni Cvitanich pudieran lograr convertir un gol en el arco que defendía Tombolini.
Mientras Olimpo jugaba por abajo y a los toques, Boca se encargaba de enviar pelotazos al área rival para que Viatri y Cvitanich (o Mouche que ingresaría por Dario) pudieran de alguna manera hacer daño, pero todo fue en vano.
Facundo Roncaglia resultó ser el mejor jugador del equipo de Falcioni, tanto en defensa por la banda derecha como ayudando en ataque con centros a Viatri, Cvitanich o Mouche.
Boca logró un empate, con sabor amargo, en su visita a Bahía Blanca en cero, y comienzan a abrirse muchas interrogantes, pero las más buscadas son:"¿Podrá revertir Boca esta situacipon?", "¿Viatri debe ser el 9 de Boca?". Ya muchos, o gran mayoría de la familia xeneize, extraña al optimista del gol, a Martín Palermo.
Yo lo extraño, ¿y vos?
Foto: DiarioOlé
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